Temecula

Ayer estuvimos en Temecula, dando un paseo por los viñedos. Vino regularmente bueno (Mejor el de BC y eso es alegría), bonito y agringado paisaje, en fin, vale la pena.

Es interesante conocer el vino y sus procesos, sus ésteres (olores) su sabor que se acerca mas a la fruta o a la madera donde ha descansado.

Todo el ecosistema alrededor de su gestación, desde antes que comenzara la uva y el tiempo, porque el vino es milenario, místico, antiguo. Depende de seres vivos y no vivos pero siempre en movimiento. Es juzgado por el clima o los insectos o quizas indultado por la brisa marina y cambiante. Nadie sabe su destino, es solo esperanza.

Sigue existiendo esa magia porque hay islas magicas aun. Brindemos entonces, por un buen vino y que procure ser eterno.