Monday, September 26, 2005

Un post de principio de semana

"To fear love is to fear life, and those who fear life are already three parts dead.". Bertrand Rusell

Muchisimo trabajo por hacer. Afortunadamente las ventas muy bien. El fin de semana fuimos a una boda . Me pidieron un discurso para los novios. Les gusto y me dio mucha alegria.

Hay muchisimo que reflexionar acerca del amor y el matrimonio.


Lola y Mike:


Jaime Sabines, uno de tantos grandes poetas mexicanos, alguna vez dijo que
solo se puede escribir de cuatro cosas: de la vida, del amor, de la pasión y
de la muerte.

Yo diría además que son las únicas cuatro cosas por las cuales vale la pena
vivir.

Son los colores primarios de la existencia. De ahí todo se deriva.

¿Porque?

Porque esas cuatro sencillas cosas son indispensables para ser feliz.

Se vive y se debe vivir concientes de la vida, sabiendo que el respirar sin
dolor es una bendición, que el poder ver tu color favorito, escuchar aquella
música que te estremece, probar sabores que te llenan de gozo, distinguir
olores que dan nostalgia, sentir el viento en tu pelo es una bendición de
Dios.

La vida –junto con la muerte- son los verdaderos regalos de Dios. Aquello
que en lo que no podemos interferir, solo disfrutar.

Y luego llega el momento de compartir la bendición, compartir la vida misma.
Saber que ahora son dos los que ven y oyen, se saborean y huelen, sienten el
viento uno al lado de otro.

Y esto comienza con el amor.

Empieza con aquello que es la fuerza mas grande del universo, lo que nos
hace sentir lo que somos: un centro del universo, porque nos toca la
mismísima gloria cuando nuestro amor nos besa, se entrega o sencillamente
nos susurra al oído algo que nadie mas entendería.

Nada es mas grande que la grandeza misma de dos enamorados.

Y ahí comienza el fascinante viaje...como cualquier viaje fascinante se
necesita mucho mas que la voluntad inicial. Se necesita saber luchar, se
necesita humildad, se necesita aprender, se necesita ceder e inclusive se
necesita saber perdonar.

Y ahí es donde se necesita pasión.

Aquello que nos va a permitir salir adelante; sin dudar, a pesar de las
innumerables dificultades. Es como aquel navegante que ve el horizonte en el
mar mas oscuro o mas brumoso, mas traicionero o salvaje, sabe que existe el
horizonte y un amanecer bello y sereno después de la tormenta. Y así, con la
pasión del que sabe viajar, del que sabe que el destino esta en la misma
travesía, que el navegar es para siempre, con el espíritu del verdadero
valiente, disfruta absolutamente todo el viaje.

Esa es pasión. Y entonces vale la pena voltear un poco y ver a los padres
que supieron luchar y emergieron de un hogar difícil a un país ajeno, en
muchos sentidos aun mas difícil. Emergieron de una situación humilde a una
verdadera y completa riqueza: la del espíritu, la del cariño, la del
sacrificio, la de la lucha diaria, la del orgullo, la de los hijos sanos y
productivos. La otra riqueza -la económica- solo es herramienta y
consecuencia de esa pasión. Por eso deben valorarlos y honrarlos con todo el
corazón. Son sus padres.

Y debe imitar esa pasión siempre entendiendo el gran ejemplo, aprendiendo de
los errores propios y cercanos, sabiendo que están aquí y juntos para hacer
de este mundo un mundo mejor, a través de sus actos, a través de sus hijos y
a través de su propia pasión.

Y toda la pasión es premiada por la muerte.

Y es premiada por la muerte porque después de los muchos años de feliz vida,
la eternidad y el recuerdo es de los luchadores ejemplares.

El reino de Dios es para ellos, con ese ultimo regalo: la muerte es su
abrazo y el máximo amor. Es la muerte y solo la muerte la que une para
siempre a los que se han sabido amar, a los que han vivido con todo su ser y
ahora son uno.

A aquellos que se han tomado de la mano hasta el ultimo momento, cuando
alguno de los dos cierra sus ojos por ultima vez, con una ultima sonrisa y
un ultimo pensamiento: “te amare para siempre y por eso te espero”.

Ámense y procuren que sea para siempre y mas que nada, sean apasionados de
dar, recibir y vivir la felicidad.

Dios los bendiga.

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